El fiscal Fernando Berlingeri mantuvo la acusación de “homicidio agravado por alevosía” sobre Osmar Menéndez (51) y pidió la máxima pena posible. La defensa consideró que no estuvo probada su participación y solicitó la absolución.
En el final del juicio contra Osmar Menéndez, acusado de haber asesinado brutalmente a María Rosa Zarategui (52) en abril de 2012 en una casa de Valentini al 2400, el fiscal Fernando Berlingeri solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal N°4 que lo condenaran a cadena perpetua.
El fiscal Berlingeri consideró que quedó probada la participación de Menéndez en el homicidio de María Rosa Zarategui, ocurrido el 12 de abril de 2012.
En su alegato, Berlingeri enumeró las pruebas que señalan a Menéndez como el autor del crimen y destacó que el hombre vivía en la casa de la mujer desde hacía pocos días, por lo que disponía de la oportunidad para asesinarla.
Para el fiscal, no se puede desconocer que en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de la víctima se hallaron dos elementos con rastros de ADN de Menéndez: en un habano que estaba en un cenicero y, sobre todo, en unos cables que se utilizaron para asesinar a la mujer.
El fiscal destacó que numerosos testigos aseguraron que a Menéndez se lo veía fumar habanos, como el que se encontró en la escena del crimen.
Cabe destacar que si bien Menéndez vivía por esos días en la casa de a María Rosa Zarategui, no quedó acreditado que el hombre y la mujer mantuvieran una relación amorosa. Menéndez vivía en un altillo que la mujer le había prestado, por lo que nada tenía que hacer en el cuarto de la víctima, donde su habano fue encontrado.
Berlingeri remarcó que Menéndez vivió en la casa de la víctima hasta el día en que fue hallada muerta. “Justo” esa fecha el hombre decidió mudarse del lugar, para ir a la casa de unos tíos. En la madrugada del 13 de abril, unas horas después de que se conociera que María Rosa Zarategui había sido asesinada, Menéndez también se fue de la casa de los tíos y se mantuvo prófugo por 4 años.
Finalmente, el fiscal en su alegato también destacó el testimonio de una testigo, expareja de Menéndez, que declaró en el juicio que ese 12 de abril de 2012, el imputado la llamó por teléfono y le dijo: “Me voy, me mandé una cagada”. Si bien no hizo referencia directa al asesinato de María Rosa Zarategui, el llamado se habría producido en el mismo día.
De esta manera, Berlingeri mantuvo la acusación contra Menéndez por “homicidio agravado por alevosía” y le pidió a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 la máxima pena posible, la de cadena perpetua.
Pedido de absolución o de una pena mínima
En su alegato la defensa se mantuvo en la misma línea en la que había anunciado que iba a trabajar al inicio del juicio: solicitó la absolución del imputado al considerar que no estaba acreditada su participación en el homicidio de María Rosa Zarategui.
La defensa desestimó el valor probatorio del ADN de Menéndez encontrado en la casa en la que vivía y también la calidad de testigo de la expareja del hombre, que pudo haber dado una versión subjetiva y viciada de los hechos.
Finalmente, de no poder lograr la absolución de Menéndez, la defensa pidió de manera subsidiaria que se lo juzgue por “homicidio simple” con una pena cercana a la mínima de 8 años para ese delito, ya que el hombre no registra delitos previos.
Los jueces Gustavo Fissore, Jorge Peralta y Mariana Irianni darán a conocer la sentencia el próximo viernes.